Viajar en solitario es una experiencia muy gratificante y, sin embargo, es algo que muchos no se animan a hacer por miedo. ¿Y si me pasa algo? ¿Y si me siento solo/a? ¿Y si me pierdo? ¿Y si me enfermo? ¿Y mi seguridad? Hace siete años que viajo sola —y acompañada, de a ratos, también— y hasta ahora no me había dignado (?) a escribir un post al respecto. Así que en vez de uno, les traigo dos: el Especial de viajes en solitario de Viajando por ahí.
Viajar sola siendo mujer es muy distinto a viajar solo siendo hombre. Parece obvio, y lo primero que pensarán es: claro, viajar sola es más peligroso. Los peligros existen, pero también existen a la vuelta de tu casa, y lo que muchos/as no saben —al menos quienes nunca se animaron a irse— es que viajar sola tiene un montón de ventajas y es mucho más seguro de lo que parece.
Hablaremos de los miedos, las preguntas, las ventajas, las desventajas, las experiencias y todo eso que nos pasó por habernos ido solos/as por ahí. Ojalá esto les dé un empujón y los anime a tener una de las experiencias viajeras más lindas. Empecemos entonces.
Viajar sola:carta a una futura viajera.
Querida A.:
Ya sé, no me digas nada: querés viajar sola pero te da miedo, ¿no?. A mí también me pasó, por eso te escribo. Quiero que te quedes con tres ideas:
- viajar sola es mucho más fácil y seguro de lo que te cuentan, no hay que tener un dios aparte ni ser una suertuda
- para viajar sola no necesitás una personalidad especial
- y si viajás sola no vas a estar sola (a menos que quieras).
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